viernes, 29 de febrero de 2008

Mis inicios en el basketball

Lo acepto y lo confieso. Siempre he sido una pata para los deportes. Nunca he dado una buena. En el colegio huia de la clase de deporte o hacia el ridiculo. Por lo tanto desarrolle una fobia con las pelotas y su cercania a mi cara. En cambio mi mejor amiga fue nombrada la "patada potente" o algo por el estilo por sus super patadas que mandaban las pelotas a la calle. A mi me nombraron "Srita creatividad y dedicación", y asi segui por estos ultimos cinco años en la universidad.

Hoy que la universidad ya acabo, me he enfrentado al hecho de que quiero con mi vida, y una de esas cosas es por fin ponerme mas activa, asi que ahora voy todos los dias al parque de mi colonia a jugar con el perro, correr, o guindarme de las barras de los juegos. Hoy, fue un dia distinto.

Con mi muchacho nos fuimos con la pelota de basket que adoptamos, y unas niñas que no tenian mas de 13 años nos dijeron si queriamos jugar. Yo me negué totalmente como 15 veces hasta que bajo presión acepté. Se me vino a la memoria la última vez que jugué basket en octavo grado, donde le disloqué el dedo pequeño a una compañera. Pero por milagro divino sucede que puedo jugar, encesté más que nadie, y fui felicitada mucho. Tardé como media hora para creermelo, porque de verdad siempre he sido mala, pero como una lección de la vida, creo que fue más el miedo que mi poca habilidad con el deporte lo que me ha detenido todos estos años. Es bonito saber que uno si puede.