lunes, 30 de junio de 2008

Un euro ahorrado vale más que un euro ganado

Un dia de enero de 2005, tirada en una cama tomé la decisión de ahorrar $50 mensuales, lo que en ese tiempo se me hizo muy facil, el 150 restante me alcanzaba. La meta: irme de viaje para ver a Shakira en concierto en México. Lo hice por un año hasta que se me metió en la cabeza que yo no iba a ir a ningún lado a ver a Shakira, que Shakira tendría que venir a mi (y en ese momento ni luces habia si iba o no iba a venir pero mi instinto me mandaba). Con ese pisto fui feliz porque no tuve que quedarme en la calle para comprar mi ticket, el de mi hermano y hasta invité a mi mamá a desayunar para celebrar. En total solo gaste la mitad de lo ahorrado que murió al final del 2006 en un viaje al norte.

De ahi no he vuelto a ahorrar, ni un dolar. Pero como a cada rato se me mete a mi alguna obsesión, y debido a mi buena suerte con las cosas de gratis, he decidido volver a ahorrar. Lo cruel es que ahora todo está más caro en comparación al 2005, pero lo bueno es que no tengo algo "soñado necesario" que comprar (hasta que muera mi camara...) y ahora más que nunca es cuando necesito ahorrar dinero para mi futuro, porque si no gano beca en algún lado será más dificil que estudie la maestria.

Asi que he estado leyendo cosas de anticonsumismo, especialmente de blogs españoles, por eso lo de mi titulo "Un euro ahorrado vale más que un euro ganado", porque al ganado le tenes que quitar lo de los impuestos. Anoche descubri mi obsesión con eso por andar pensando que en que no necesito de mucho, y realmente nunca he sido de querer mucho.

Nunca le pedi a mi mamá o papá que me compraran un pantalón o camisa, lo único que pedi fue mi vestido de graduación del colegio. Es más ahorita tengo en mi posesión un solo y unico jeans, que le toca lavadas seguidas para poder usarlo constatemente, pero tiene una vida util de un año, de ahi los alterno con unos pantaloncitos por ahi, pero en general no tengo mucho. Igual, mi mamá me hizo conocer en mi adolescencia el mundo de las tiendas chinas, y de ahi basicamente vienen todas mis blusas de $2-3, los chones de $1 y nunca se me cruza por la cabeza comprar unos zapatos que cuesten más de $20.

No soy coda o egoista, porque me gusta invitar a la gente a comer o darles regalos, pero en serio, no creo que yo como persona voy a ser más feliz con un pantalon de $45, una cartera de $100 o ir a gastar cientos de dolares al salón. Si cada vez que salgo del salón a que me pinten el pelo ($9), parezco leona porque ni dejo que me lo planchen, para eso cayó del cielo una plancha en navidad y hoy ya puedo yo solita.

Entonces en vez de obsesionarme con lo que gasto, voy a ahorrar el pedacito, dividire el resto por semana, quitando lo de mis clases y de ahi iremos por el mes. Pero lo más importante es la reflexión sobre si todo lo que adquirimos es realmente necesario porque conozco casas que acumulan y acumulan cosas. Por dios! Si mi abuela allá en gringolandia tiene un millón de ollas y para que?

Pienso en el reciclaje, en reutilizar y reducir. Ando apagando las luces como maniaca, en desconectar los aparatos que no se usen, en guardar o evitar las bolsas, en reusar el papel y todas esas cosas que le hacen bien al planeta y a uno mismo. Yo molesto a mi mamá, le digo que no tiene conciencia ecologica porque deja todo encendido y bota todo sin ver si se puede volver a usar o le va a servir a alguien. Es que la basura de uno es el tesoro de otros.

Por lo tanto julio será un mes de completa austeridad, no comprar nada que no necesite, reutilizar todo lo que pueda y cada día encontrar formas de ver como hacer bien al planeta y a mi bolsillo, porque ya una vez uno se fija bien se da cuenta que no es tan dificil. De todas formas, un habito se hace solo en dos semanas.

1 comentario:

rossie dijo...

ohh muy inspirador!
Ya me dieron ganas de ahorrar.
Me voy a comprar una sandwichera y me voy a preparar mi almuerzo pq en la U es muy caro y poco nutritivo.
Total ni como mucho :)